11/5/07

Cubanos exiliados

Las distintas generaciones de cubanos en el exilio tienen actitudes distintas con respecto a las políticas idóneas para tratar con la dictadura castrista. También influye de manera decisiva el momento en el que estos tuvieron que exilarse y las razones por la que lo hicieron.
La primera generación del exilio cubano corresponde a los que salieron en los primeros años inmediatamente después de la toma del poder por parte de Castro. Compuesta en su mayoría por empresarios, profesionales liberales y personas afines al ideario liberal, se refugiaron en gran parte en los EE.UU. Por la obvia cercanía geográfica a su tierra natal, la mayor concentración se produjo en Miami, capital del exilio cubano. Su nivel de integración en la sociedad americana fue muy notable, organizándose en poco tiempo como grupo de presión y alcanzando elevadas cotas de prosperidad. Esta generación, conforma la mayoría de la postura denominada “histórica” por sus afines e “intransigente” por sus opositores. Son los que apoyan las medidas más duras contra el régimen, están más organizados y tienen la mayor influencia sobre las posiciones de Washington, al haber adoptado la nacionalidad americana y poder votar en estos comicios.
La segunda generación del exilio está formada por los hijos del exilio histórico, muchos de ellos nacidos en Cuba, pero criados en los EE.UU. Están completamente integrados en la cultura y sociedad americana. Tanto es así, que sólo una parte minoritaria de ellos está involucrada de manera activa en actividades anti-castristas y su interés por los asuntos cubanos es menos intenso. Con todo, aunque sus posturas son más moderadas y pragmáticas, en general su oposición al régimen castrista es total y el apoyo al embargo es mayoritario.
Por último existe una tercera generación de cubano-americanos, caracterizados por el hecho de que muy posiblemente no hayan estado nunca en Cuba y porque a pesar de ser conscientes de su herencia cultural, se sienten más americanos que cubanos. De todos lo mencionados éstos son los menos interesados en un eventual retorno a la isla, puesto que tienen sus vidas absolutamente orientadas hacia los EE.UU. No suelen estar interesados en la vida política cubana y contemplan un eventual retorno como algo bastante improbable. No obstante, su voto suele ir en el mismo sentido que el de sus mayores.



En paralelo, a lo largo de los más de cuarenta años de duración de la dictadura de Castro, se ha ido produciendo una emigración (que no exilio) de índole no estrictamente política hacia los EE.UU. Ya fuera como un goteo de desesperados que se arriesgaban en balsas o la recurrentes crisis de refugiados en embajadas, existe una emigración movida por la desesperación económica más que por las diferencias ideológicas, que ha terminado recalando en Miami y que con el tiempo ha ido aumentando en tamaño. Éstos tienen posturas distintas con respecto a la política a seguir con la dictadura. Un ejemplo paradigmático de la actitud del régimen con respecto a estos emigrantes de la desesperación es su actuación durante la crisis de la embajada de Perú durante el año 1980. Habiéndose refugiado alrededor de diez mil personas en dicha sede diplomática, Castro les permitió embarcar con diversos destinos, incluyendo los EE.UU, desde el puerto del Mariel. Aprovechando la coyuntura, embarcó junto a los que trataban de escapar a delincuentes provenientes de cárceles comunes y de psiquiátricos, con el doble propósito de librarse de elementos indeseables y de crearle problemas a los EE.UU. Sin duda, Fidel logró su objetivo. A día de hoy, ser llamado “marielito” (nombre que se les da por el lugar de Cuba del que partieron masivamente)es un grave insulto en la comunidad cubano-americana a pesar de que la mayoría de ellos se han integrado satisfactoriamente en el país anfitrión.
Por último, se ha producido otra “ola” de emigración, vinculada al fin de la ayuda soviética a Cuba y al comienzo de auténticas penalidades para la población, observable en los últimos diez o quince años. De todos los grupos mencionados, es en éstos en los que se encuentra un menor compromiso político y una mayor indiferencia hacia las cuestiones de principios que tienen que ver con el embargo, las restricciones para viajar, etc. Son éstos los que más se beneficiaban de los viajes a Cuba y los más afectados por las medidas. Aunque son residentes legales en los EE.UU. (concedido de manera automática si se alega condición de perseguido político), no son en su mayoría ciudadanos de este país, por lo que no pueden votar y, por ende, no pueden afectar el resultado de las elecciones. Por ello, aunque sus exabruptos resulten ruidosos y visibles, su impacto en las elecciones venideras no se espera que sea muy significativo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por su blog. Resulta un referente para conocer un poco más sobre ese país anticapitalista, regido por un sistema comunista, y con un dictador en las últimas como es Cuba. Saludos

Caperucito Lorca dijo...

Pero bueno... ¿Sigues activo o no? jejeje. Al menos espero verte el pelo virtualmente de vez en cuando, ya sea por mi blog o por el tuyo. Igual tendrías que hacerte un blog más personal... piénsalo.

Un abrazo y ¡¡Suerte en la recta final!!

PD: y escríbele a Ali en su fotolog que hoy lo cierra: http://www.fotolog.com/alicia1/